Es posible que, de pronto, tu nevera deje de enfriar. Este es un problema común que puede deberse a muchas causas, y que no necesariamente representa un problema de gravedad.
Sin embargo, es una situación que hay que atender a tiempo para diagnosticar la causa, porque de lo contrario podría convertirse en algo más serio.
Por la importancia que tiene el frigorífico en el hogar es vital que funcione correctamente las 24 horas del día. Es por eso que aquí te indicaremos cuáles son los 3 motivos más comunes por los que una nevera deja de enfriar y su solución.
Termostato mal regulado
Por lo general, la primera causa por la que una nevera no enfría es simplemente porque el termostato está mal regulado.
El fabricante siempre incluye las recomendaciones en cuanto al termostato en el manual de instrucciones, pero muchas veces las personas tienden a bajar demasiado la temperatura cuando encienden la nevera por primera vez, pensando que así enfriará mejor y más rápido.
Lo que no saben estas personas es que haciendo eso solo aumentas significativamente el gasto energético. Además, va a tardar lo mismo enfriar así gradúes el termostato al mínimo.
Por otra parte, existen los que en lugar de bajar la temperatura más de lo recomendado, la suben. Esto lo hacen pensando en reducir el consumo de energía, pero dejan a la nevera sin la capacidad de enfriar y congelar lo suficiente; esto se empieza notar rápidamente en la calidad de los alimentos.
Solución
Apégate a las indicaciones del fabricante. Allí encontrarás el rango de temperatura óptimo al que debes regular el termostato de tu nevera.
También es importante que revises la clase climática. Esto se trata de la temperatura que debe tener el ambiente en donde está la nevera. Lo más común es que esta temperatura se maneje en un rango entre 16 °C y 32 °C. Si la temperatura exterior está más alta o baja, es probable que tu nevera presente problemas a la hora de enfriar.
Poco espacio para la ventilación
Si tu nevera está demasiado llena es posible que no esté enfriando correctamente. Cuando cada cajón y cada repisa están abarrotadas el frío no llega bien a todos los alimentos, lo que puede causar que se dañen.
En estos casos también es común que las salidas de aire se encuentren obstruidas, dificultando aún más el enfriamiento.
Solución
Distribuye tus alimentos de forma eficiente. Las neveras cuentan con espacios determinados para cada cosa, de esa manera se evitan ese tipo de problemas.
La ventilación es crucial para que la nevera expulse el aire caliente y mantenga una adecuada temperatura interna. Si se tapan las ductos puede ocasionarse un daño irremediable en el motor.
Muchas veces dejamos cosas olvidadas en el refri que ya no usamos ni necesitamos. Esto empieza a acumularse y es una de las causas del abarrotamiento. Hacer una limpieza periódica de la nevera es crucial para evitar que se sobrecargue.
También es importante estar conscientes de la capacidad de la nevera y apegarse a ella.
Problemas técnicos
Los problemas técnicos pueden darse de muchas formas. Comúnmente están asociados a las neveras viejas que ya están por finalizar su vida útil, pero también pueden darse por falta de mantenimiento o defectos de fabricación.
Algunos de los problemas técnicos más comunes de las neveras son la obstrucción del condensador, congelación de las juntas y fugas del gas refrigerante.
Todas estas situaciones pueden causar que una nevera no enfríe.
Solución
Cumple con las recomendaciones de mantenimiento estipuladas en el manual de usuario para evitar los problemas técnicos.
Pero si tu nevera ha dejado de enfriar y hace mucho ruido entonces deberás conseguir a un profesional que la revise y diagnostique el problema.
En caso de que la falla no tenga solución o el repararla sea muy costoso, lo más recomendable es comprar una nueva. Es Tienda Azul tenemos una amplia variedad de neveras baratas de calidad, destinadas a satisfacer las necesidades de los usuarios más exigentes.