La vida de un electrodoméstico depende de varios factores, pero el más importante de todos es el trato que le da el usuario.
El manual de instrucciones viene con recomendaciones muy precisas en cuanto al manejo óptimo del aparato; si sigues al pie de la letra esos consejos, seguramente tu electrodoméstico te durará muchos años.
Sin embargo, hay muchos otros aspectos que pueden contribuir a que un electrodoméstico deje de funcionar, y muchos de ellos escapan de tus manos.
Cuando te das cuenta que tu nevera, cocina, horno microondas o lavavajillas deja de funcionar, tienes dos opciones: comprar uno nuevo o reparar el dañado.
Por supuesto, si no es una falla demasiado grave, siempre será más económico optar por la reparación. Ahora bien, el dinero no siempre es lo que más importa, porque existen electrodomésticos tan esenciales, como el refrigerador, por ejemplo, que resulta difícil imaginarse una temporada sin él.
Con este panorama dibujado, vamos a analizar todo el escenario para intentar determinar si es mejor comprar o preparar un electrodoméstico cuando estos se rompen.
Ventajas de reparar un electrodoméstico dañado
Vamos a empezar analizando las distintas ventajas que tiene el reparar electrodomésticos rotos:
- Prolongas su funcionamiento: Comprar un electrodoméstico es una inversión que se hace pensando en que durante varios años le sacarás provecho a tu dinero. Pero sin importar la marca, todos los aparatos están propensos a dañarse sin previo aviso. Si decides reparar en lugar de comprar estarás prolongando su vida útil; esto significa que no tendrás que cambiar el electrodoméstico y pasar por un proceso de adaptación con el nuevo aparato.
- Es más económico: Sustituir piezas dañadas y pagar una mano de obra calificada siempre será más económico que comprar un aparato nuevo.
- Reparaciones con garantías: Por lo general, cuando contratas algún servicio de reparación, este viene con garantía. De esta manera, si el aparato sigue presentando fallas, podrán ser solucionadas sin que esto implique un gasto adicional.
Desventajas de reparar un electrodoméstico dañado
También existen unas desventajas bien marcadas a la hora de reparar un electrodoméstico. Algunas pueden ser tan incómodas que te plantearás el comprar un aparato nuevo como una posibilidad real.
- Logística: Muchas veces los expertos en reparación no van hasta tu casa, sino que tienes que ir hasta ellos. En consecuencia, tienes la incómoda tarea de mover un electrodoméstico hasta su tienda y luego irlo a buscar. Esto se complica si vives en un edificio. Además, requiere que dediques un tiempo considerable durante toda la gestión.
- No hay demasiados especialistas: La mayoría de estos reparadores no se especializan en un aparato específico, sino que tienen conocimientos generales. Esto está bien con los aparatos más comunes, pero aquellos que son un poco más complejos, como los drones o las consolas, requieren conocimientos más especializados.
- Es difícil encontrar las piezas: Seguramente, en cualquier ferretería de barrio consigas piezas genéricas con las que puedes reparar tu electrodoméstico. Sin embargo, ya que muchos de estos aparatos son fabricados fuera del país, es realmente complicado encontrar las piezas originales que el aparato requiere.
- La reparación no garantiza nada: Si bien los reparadores ofrecen una garantía, nadie puede asegurarte que tu electrodoméstico quede 100 % funcional y que no vuelva a presentar fallas. Es posible que funcione bien durante un par de meses, pero si no se usaron repuestos originales, las anomalías regresarán.
- Costo: Los reparadores no son especialmente baratos. Si bien no es tan costoso como reponer el equipo, hacer una reparación implica un gasto considerable.
Entonces, ¿es recomendable comprar?
Todo va a depender de las circunstancias, pero hay algunos casos donde sí es mejor comprar, por ejemplo:
- Cuando el electrodoméstico está cerca de alcanzar su periodo de vida útil o ya lo alcanzó.
- Si no logras conseguir los repuestos originales o son muy costosos.
- En caso de que no consigas mano de obra calificada para ese electrodoméstico en particular.
El factor tiempo
Hay ocasiones en las que un aparato, aunque tenga reparación, es más efectivo sustituirlo.
La finalidad de todo aparato que compras para el hogar es hacerte la vida más fácil. Entonces, tiene poco sentido que pases semanas (sí, eso dura una reparación) sin cocina, refrigerador, aire acondicionado o cualquier otro electrodomésticos que utilices cotidianamente.
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