Según el Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDEA), durante el invierno se aumenta el consumo eléctrico en los hogares, en promedio, un 50 %.
Este incremento en el gasto de luz impacta negativamente no solo en el medioambiente, también en tu recibo mensual de electricidad.
Afortunadamente, en Tienda Azul contamos con una amplia variedad de electrodomésticos modernos y ahorradores, que tienen un consumo energético bastante eficiente. Por ejemplo, las lavadoras clase A+++.
Pero usar electrodomésticos de bajo consumo no es la única manera de reducir el gasto energético. Es por eso que vamos a presentarte 5 consejos para ahorrar luz este invierno, así no solo te estarás ahorrando algunos euros en electricidad, también estarás contribuyendo con el medioambiente.
Consejos para ahorrar luz en invierno
Presta especial atención a estos aspectos si estás buscando ahorrar luz durante el invierno:
Desconecta los electrodomésticos que no estés usando
Y no hablamos únicamente de la licuadora, tostadora, secadora o el microondas; también es importante desconectar el cargador del móvil y del ordenador, la pava eléctrica e incluso, si tienes acceso hasta el enchufe, la vitrocerámica.
Todos estos aparatos, así no estén encendidos, se mantienen energizados y consumiendo energía. Eliminar este tipo de consumo hormiga puede ahorrarte entre el 10 % y el 15 % de tu factura mensual de luz.
Utiliza el calor del día y la luz del sol
En el invierno también existen días hermosos y soleados, en donde puedes aprovechar para abrir las ventanas y dejar entrar la luz natural.
Lo más recomendable es que lo hagas desde las primeras horas de la mañana, así tu casa recibirá el calor del sol. Luego, cuando el sol empiece a esconderse, cierra las cortinas; de esta manera reduces significativamente la cantidad de horas que necesitas encender la calefacción.
Mantén una temperatura estable
Se estima que, cada vez que se aumenta o se disminuye un grado en el termostato, el consumo eléctrico aumenta en un 7 %.
Mantener una temperatura estable es fundamental para ahorrar luz durante el invierno. Fija tu termostato entre 19 o 21 °C y evita la tentación de incrementar la temperatura.
Se tiene la creencia de que, mientras más subas la temperatura, más rápido se calentará la casa.
Esto es totalmente falso, ya que sin importar la temperatura que hayas establecido, el calor irá aumentando a la misma tasa.
Cuando enciendas tus calefactores y sientas que el frío no disminuye, no te desesperes; coge una manta, espera un par de minutos y verás cómo empieza a estabilizarse la temperatura.
No obstaculices al radiador
Muchas personas tienden a ocultar el radiador y mantenerlo en un lugar aislado de la habitación.
Sin embargo, se ha demostrado que obstaculizarlo con muebles o cortinas solo dificulta su trabajo, por consiguiente, necesita de más energía.
Los sofás, mesas, manteles y objetos en general absorben calor, por lo tanto, el radiador requiere más potencia para poder climatizar el ambiente.
Lo más recomendable es que esté instalado en un lugar abierto, donde nada se interponga en el camino del calor que emite.
Tampoco se recomienda utilizar el radiador para secar la ropa húmeda. Esto también le demanda una gran cantidad de energía. Es preferible hacerlo de la forma natural, en una cuerda.
Toma duchas cortas
Más del 30 % del aumento del consumo eléctrico durante el invierno se debe al calentador de agua.
Una ducha promedio debería durar alrededor de 6 minutos. Pero por lo general, las personas usan unos 10 minutos al día para bañarse.
Toma una ducha en la mañana. Preferiblemente, no lo hagas cuando recién te levantas. Mejor tómate primero un café o realiza alguna otra actividad.
Luego, cuando estés 100 % activo e incorporado a tu rutina diaria, ve a la ducha. De esta manera estás menos propenso a pasar más tiempo durante el baño.
Consejo extra: Usa lámparas LED
Si aún tienes en casa bombillas incandescentes, por favor, no esperas más; ya es hora de cambiar a lámparas LED.
Estas bombillas ahorradoras tienen un consumo eléctrico hasta 90 % menor que las tradicionales. Además, su vida útil es mucho más prolongada y brindan una iluminación más cómoda y agradable.
Es cierto que su costo es mayor, pero a la larga terminan representando un gran ahorro económico.
Ahorrar energía como estilo de vida
Algunos de estos consejos no solamente son aplicables durante el invierno, también en cualquier época del año.
Reducir el consumo de luz no es solo una cuestión económica, también es ambiental. Mientras más conscientes seamos de este tema tendremos un planeta más limpio.
No olvides ventilar tu casa frecuentemente, así estés en invierno. La circulación de aire fresco es fundamental para evitar la aparición de bacterias en el ambiente y reducir el riesgo de contraer enfermedades.